Hoy, el Abanca Ademar León se enfrenta a una de las misiones más difíciles del balonmano español: intentar doblegar al poderoso FC Barcelona en su propio feudo, el Palau Blaugrana. Enfrentarse al Barça no es cualquier cosa; es medirse ante un equipo que no solo ha sido amo y señor de la Liga Asobal y el resto de competiciones nacionales, sino que también se ha consolidado como uno de los grandes colosos de Europa. Ante semejante reto, surge una pregunta inevitable: ¿es posible que algún equipo español, y concretamente el Ademar, logre vencer al Barcelona?

Para entender el desafío, basta con repasar los datos. El Barcelona lleva 14 años dominando la Asobal sin apenas dejar opción a sus rivales, encadenando victorias y títulos con una facilidad que resulta intimidante. Mientras la mayoría de equipos de la liga luchan por clasificarse en posiciones europeas, el Barcelona ha establecido un dominio aplastante, ganando prácticamente todos sus partidos en las competiciones nacionales y reservando sus desafíos más exigentes para la Champions League, donde también pelea con los gigantes del balonmano europeo.
El Barça no pierde un enfrentamiento en la Liga Asobal desde el pasado 30 de noviembre de 2021. pero no fue una derrota en el campo sino que fue el Comité de Competición de la Federación Española de Balonmano quien le dio por perdido el encuentro ante el Torrelavega por alineación indebida de Ben Ali.
Más allá de este error que supuso una derrota con poca importancia clasificatoria, para encontrar el anterior tropiezo liguero del Barça hay que remontarse a abril del 2018, cuando el Granollers asaltó el Palau Blaugrana con un tanto ‘in extremis’ de Bernatonis.
Parece, entonces, que soñar con un triunfo del Ademar en el Palau se antoja casi utópico. Sin embargo, en el deporte, y en particular en un deporte tan impredecible como el balonmano, las sorpresas ocurren. Aunque el Barcelona ha demostrado ser un conjunto imbatible en muchos aspectos, la presión de mantenerse en la cúspide constante y la exigencia física de su calendario también pueden pasar factura. El Ademar cuenta con jugadores de calidad, jóvenes con hambre y un espíritu que le permite soñar, y esta es la mentalidad con la que deben saltar a la cancha.
Para que el Ademar pueda competir y tener alguna opción, deberá mostrar una defensa férrea y aprovechar al máximo cada ocasión de ataque. Será fundamental que sus jugadores clave mantengan una concentración perfecta, sin ceder terreno en los momentos decisivos, y que logren evitar caer en el ritmo impuesto por el Barcelona, que tiende a exasperar a sus rivales y terminar imponiendo su juego.
¿Es realista pensar en una victoria de los leoneses en el Palau? Tal vez no, pero si algo nos ha enseñado el deporte es que los partidos no se ganan sobre el papel, sino en la pista. Y si hay un lugar en el que las sorpresas pueden ocurrir, es en el deporte profesional, donde cualquier destello de genialidad o cualquier error pueden marcar la diferencia. Quizá hoy no sea el día, pero, ¿quién dice que no habrá una oportunidad en el futuro? Soñar es gratuito, y para el Ademar y su afición, tener la oportunidad de jugar contra un equipo de este calibre ya es una victoria en sí misma.
No sabemos si el Ademar logrará lo imposible, pero lo que está claro es que el Palau será hoy el escenario de un partido vibrante, en el que los de León darán lo mejor de sí mismos. Porque al final, el balonmano y el deporte en general se construyen también sobre el deseo de desafiar a los gigantes y de luchar contra las probabilidades. Y aunque la victoria sea un sueño lejano, vale la pena vivirlo.