Manolo Cadenas, una de las figuras más importantes del deporte leonés, será homenajeado este sábado por el Foro Internacional del Deporte (FID) en reconocimiento a su extraordinaria trayectoria. Un galardón que pone en valor la inmensa aportación de un entrenador que ha dado tanto al deporte que ama: el balonmano.
A punto de cumplir 70 años y tras superar el problema de salud que marcó su última etapa en el Ademar, el técnico de Valdevimbre sigue manteniendo intacta su pasión por el deporte. Cadenas no tiene intención de retirarse: se siente en plena forma y no concibe su vida lejos de las canchas. Pendiente de todo lo que ocurre en el mundo del balonmano, es fácil imaginarlo siguiendo cada partido del Mundial y analizando la progresión de jóvenes talentos de diferentes países. Este estilo de vida, unido a su incansable espíritu de aprendizaje, lo ha consolidado como uno de los entrenadores más respetados a nivel internacional.

El impacto de Cadenas en el balonmano leonés
El deporte leonés tiene en Manolo Cadenas a una de sus mayores referencias. Su llegada al Ademar en 1995 marcó un antes y un después para el balonmano en la provincia. Por aquel entonces, el equipo apenas estaba consolidado en la élite del balonmano español, pero el técnico ya era un reputado entrenador con títulos en su haber. Bajo la presidencia del recordado Juan Arias, el tándem que formaron impulsó al Ademar a lo más alto. En pocos años, construyeron uno de los mejores equipos de Europa, despertando al mismo tiempo una auténtica fiebre por el balonmano en León.
La afición del Ademar se convirtió rápidamente en una de las más vibrantes de España, identificándose plenamente con el carácter y la intensidad que Cadenas imprimía en sus equipos. El Ademar, además de ganar títulos, se erigió en una gran cantera de la selección española, en una época en la que España se proclamó campeona del mundo por primera vez.
Un momento que definió su personalidad ocurrió en un tiempo muerto de un partido europeo contra el Flensburg. Ante una situación crítica, su famosa frase: “Esto es León y aquí mandamos nosotros”, captada por los micrófonos de televisión, se convirtió en un lema para la afición. Una frase que no solo refleja su carácter competitivo, sino también el orgullo que despierta en León, una tierra que, como él, necesita trabajo, pasión y liderazgo para brillar.
Una carrera llena de éxitos y carácter
Aunque su primera etapa en el Ademar fue la más exitosa, Cadenas ha tenido múltiples capítulos en el club leonés y una carrera plagada de retos en España y el extranjero. En el panorama nacional, dirigió a equipos como el FC Barcelona y la Selección Española. En el ámbito internacional, destacó su experiencia de tres temporadas en Polonia al frente del Orlen Wisła Płock, además de otros proyectos en Europa.
Sin importar el lugar, Manolo Cadenas nunca dejó de ser fiel a sí mismo: un entrenador comprometido con el balonmano, que a base de esfuerzo, pasión y carácter, se ha ganado el respeto de jugadores, aficionados y colegas. Su legado y sus valores lo convierten en una figura digna de todos los homenajes que reciba. Y, sin duda, merecedor de muchos más.