En los últimos días se ha hecho viral una reflexión de Paco Jémez sobre las estadísticas. Según él, no siempre muestran lo realmente importante. O dicho de otro modo, reflejan datos, pero no siempre la realidad completa.
Si uno se fija en los números, la Cultural, líder desde la primera jornada y con nueve puntos de ventaja sobre el segundo a falta de once jornadas, podría estar ya celebrando el ascenso en la Plaza de Guzmán. Pero el fútbol no es solo números. Hay que analizar el estado actual del equipo y las sensaciones que transmite en cada partido.

El pasado domingo, el Zamora hubiera firmado el empate antes del inicio, pero al final se marchó con la sensación de haber perdido dos puntos. No solo por el gol encajado en el minuto 93, sino porque durante muchos tramos del encuentro se sintió superior a la Cultural. Algo similar ocurrió en Tajonar la semana pasada, donde Osasuna B no mostró ser inferior a los leoneses.
No hay duda de que la Cultural no atraviesa su mejor momento. Aun así, la ventaja sigue siendo de nueve puntos con una jornada menos por disputarse. En los dos últimos partidos, cuando todo parecía perdido, se han rescatado dos puntos en el tiempo de descuento. Y al final de la temporada, esos puntos pueden valer su peso en oro.
Las estadísticas no enseñan el mejorable estado del equipo pero tampoco reflejan la resiliencia de un equipo, su capacidad de competir hasta el final y de sobreponerse en los momentos difíciles.
En el cuerpo técnico lo tienen claro: sería un error pensar más allá del próximo partido. Nada está hecho aún. Quedan once jornadas apasionantes, pero el único foco debe ser la siguiente. El equipo viaja a Segovia y allí espera la Segoviana, necesitada de puntos y que ya demostró en la primera vuelta que puede ganar al líder.