El delantero gallego, que acababa de fallar un penalti y que celebraba su cumpleaños, consigue el gol de la victoria en el 80′ que da tres puntos importantísimos a su equipo. El Amorebieta, que durante muchos minutos consiguió que la Cultural apenas pudiera crear peligro, estuvo a punto de llevarse algo positivo del Reino.
Partido muy dificíl para la Cultural. Llegaba el colista, pero también llegaba un equipo en trayectoria ascendente que quería llevarse puntos de León. Y lo demostró desde el primer minuto ya que en ese momento llegaría su gol por mediación de Vicandi que aprovechó una indecisión de la defensa local para adelantar a su equipo.
A partir de ahí, el Amorebieta convirtió a su área en un fortín. Con una defensa muy ordenada y un equipo muy concentrado los vascos desactivaron el ataque de la Cultural que apenas inquietaba la portería defendida por Mariño. Y cuando todo hacía presagiar que los visitantes se irían con ventaja al descanso, Lanchi pillaba desprevenida a la defensa vasca y aprovechaba un gran centro de Álvaro Martínez para cabecear el balón a las mallas y empatar el partido.
En el descanso Raúl Llona aprovechó para hacer un cambio que fue decisivo dando entrada a Antón Escobar por Artola. Son pocas las veces que el técnico de la Cultu pone a la vez a sus dos delanteros pero la formula funcionó con un Escobar que desesperó a la defensa del Amorebieta con su intensidad y peligro y un Manu Justo que esperó su ocasión para dar la victoria a los suyos. Y eso, a pesar de que, tras pitarse un penalti por mano de Kortazar, Justo intentará batir a Mariño a lo Panenka pero el guardameta aguantó muy bien y acertó las intenciones del delantero de la Cultural que se lamentaba por su error.
Pero como los buenos delanteros, el gallego esperó su ocasión y cazó un centro que remató a gol, ante el delirio de la grada del Reino. Era el minuto 80 y a partir de ahí la Cultural se dedicó a controlar el partido para llevarse tres importantes puntos que lo sitúan, una semana más, como líder destacado de su grupo.
Esta victoria, conseguida a base de esfuerzo colectivo y determinación, demuestra que en el fútbol de la Cultural, incluso los partidos más complicados se ganan creyendo hasta el final.
